Innovar es transformar la manera en que operamos para generar ventajas competitivas mediante una mayor velocidad, agilidad e información disponible en tiempo real para tomar mejores decisiones hoy y en el futuro. Para lograrlo, es imprescindible desarrollar una nueva cultura: abrazar el cambio, la apertura mental, la capacidad de colaboración. Si un gerente de la empresa necesita preguntarse si es la hora de hacerlo o no, es porque todavía no llegó el momento. Cuando de verdad ocurre, fluye de manera natural.
Si bien no existen las fórmulas infalibles, algunos recorridos ya demostraron ser exitosos: las empresas innovadoras están continuamente analizando el contexto y las tendencias tanto de su propia industria como en la sociedad en general e incorporan la colaboración de manera natural. También han logrado dar un paso clave: el de centrarse, de verdad, en el cliente. Deben estar dispuestas a romper su modelo de negocios, a generar nuevos productos y servicios o, incluso, a cambiar radicalmente su fuente de ingresos. Por otra parte, necesitan abrirse hacia la diversidad y la inclusión: la heterogeneidad genera nuevas miradas y, como consecuencia, nuevos resultados.
Las empresas innovadoras son ágiles por definición: de nada sirve implementar el último software disponible si los procesos se modifican a la velocidad de una tortuga. Del mismo modo, son más “permeables” al fracaso: es imposible innovar si no se asumen riesgos, si no se ingresa en un esquema de prueba-error. Por supuesto, no se trata de manejar la organización al azar, sino todo lo contrario: dentro de un plan ordenado y con objetivos claros, asumir desafíos más complejos, más “jugados”. El gen innovador es la curiosidad, la búsqueda permanente de mejores maneras de hacer las cosas para alcanzar resultados más positivos.
La innovación ya no es un valor distintivo, sino una obligación. La disrupción está a la vuelta de la esquina. Y tal como le ocurrió a los taxis con Uber, Beat o a los sistemas de entretenimiento tradicionales con Netflix, si uno no toma la delantera, alguien más lo hará.